Ya no es un misterio que la práctica deportiva es sumamente beneficiosa para la salud integral de las personas. Sin embargo, ahora se añade otra razón para que salgas a correr, montar en bicicleta o animarte a nadar más seguido. Un reciente estudio de científicos belgas, publicado en la revista “Science Advances”, concluyó que el ejercicio aeróbico intenso podría hacer más lento el proceso de envejecimiento.
Y es que el entrenamiento de resistencia física fortalece los telómeros, esto es, las capas que protegen a cada hebra de nuestro ADN. Estas tienden a debilitarse y acortarse, lo que ocurre a medida que envejecemos. Cada vez que salimos a correr o nadamos en una piscina se generan químicos que fortalecen y alargan estas capas, ayudando a que las personas puedan mantener su juventud por más tiempo.
En el experimento se les solicitó a 10 voluntarios hacer ejercicio sobre una bicicleta estática durante 45 minutos. Se les tomaron muestras sanguíneas y musculares antes y después de la actividad física. Al analizar los resultados, los investigadores detectaron mayores niveles de la enzima que hace que los telómeros se alarguen, lo que implicaría un mayor grado de protección para nuestro ADN.
Este descubrimiento puede permitir a los científicos trabajar en nuevas formas de retardar el envejecimiento de las personas y mejorar su bienestar. Además, es otro motivo para que te animes y comiences a practicar algún deporte de manera más frecuente.
