
Ya han sido ampliamente expuestas las ventajas que conllevan practicar algún deporte. Sin embargo, estas cobran mayor importancia en personas de la tercera edad. Esto, debido a que el deporte permite disfrutar de un envejecimiento saludable, siempre y cuando se realice de forma adecuada, evitando los excesos.
Entre los principales beneficios podemos contar:
– Aumento de la sensación de bienestar general (físico y mental).
– Mantener un peso adecuado, disminuyendo la grasa corporal, los niveles de lípidos y azúcar en la sangre.
– Reducción del riesgo de padecer alteraciones cardíacas, diabetes e hipertensión.
– Disminuye el estrés y el insomnio.
– Reducción y retraso del deterioro cognitivo, ya que se estimula la neuroregeneración.
– Favorece la liberación de endorfinas, sustancias involucradas en el bienestar emocional y la felicidad.
– Disminución en el riesgo de padecer depresión.
– Aumento de la densidad ósea y de la movilidad en las personas.
Es importante saber incorporar la actividad física al estilo de vida, privilegiándose los deportes que ofrezcan alegría y diversión. Entre los ejercicios más recomendados para este grupo etario están:
– Caminar.
– Bicicleta al aire libre o estática.
– Bailar.
– Natación.
– Yoga.
– Taichi.
– Gimnasia aeróbica de bajo impacto.
– Gimnasia en el agua.
Toda persona de la tercera edad que desee comenzar a practicar algún deporte, debe consultar con su médico para evitar inconvenientes de salud que se puedan presentar con posterioridad. Además, iniciar lenta y progresivamente la actividad física, para evitar lesiones futuras.