El periodo de vacaciones no sólo sirve para relajarnos, sino que suele ser una época de desorden alimenticio, tanto en las comidas como en los horarios. Después de una “normal” subida de peso, y al volver a la rutina, la preocupación es bajar esos kilos de más.
El primer paso para retomar tu estado físico es ordenar tus comidas. No saltarse el desayuno, y que este contenga fruta, café, avena, o huevos (Alimentos indispensables en el desayuno). Además, se recomienda comer cada dos horas, ya que esto mejora el metabolismo y la digestión, lo que ayuda a quemar más calorías. No es sano esperar más de tres horas para comer, y entre comidas importantes (desayuno-almuerzo), lo ideal es comer snacks saludables como frutos secos, yogur o fruta. Hay que disminuir el consumo de pasteles, pan (a menos que sea integral), bebidas gaseosas, etc.
A esto hay que sumar el consumo diario de agua, que debe ser constante, y no comer grandes porciones de comida antes de ir a dormir en la noche. Olvídate de las dietas exprés, porque no sólo no resultan, sino que son malas para tu salud.
Por último, pero no menos importante, lo ideal es realizar actividad física de manera regular. No es necesario que te inscribas en un gimnasio ni pases horas entrenando, pero sí ayuda el caminar más, subir más escaleras, o realizar rutinas cortas de entrenamiento (HIIT). También podrías usar una hora durante tu fin de semana para salir en bicicleta o entrenar.
