Aquellos que entrenan de manera regular saben que la motivación va y viene. Que una semana solo quieres cumplir todas tus metas en el gimnasio (o entrenamiento en casa), mientras otras semanas te cuesta incluso ponerte la ropa deportiva.
Quienes no entrenan de forma regular, también están conscientes de los vaivenes de la motivación. Por lo mismo, algunos solo duran entrenando un par de semanas.
Un aspecto clave en este sentido, según informa mensjournal.com, es la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor vinculado a la felicidad y las recompensas. Tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.
Uno libera dopamina cuando participa en actividades placenteras. Pero no solo liberas esta buena sensación química mientras la estás pasando bien, sino que también en la anticipación al placer. Por ejemplo, si te encanta la pizza, tu cuerpo libera dopamina no solo cuando comes pizza, sino también cuando la hueles, la ves o paseas por tu pizzería favorita. La dopamina es como la droga antes de la droga: la anticipación de la experiencia positiva que se avecina.
En este sentido, la dopamina es responsable de estimular la acción para lograr un objetivo, de acuerdo con un estudio de 2013 publicado en Neuron. Entonces, si está sentado en el sofá esperando que un rayo de motivación te golpee antes de ir al gimnasio, la falta de dopamina podría impedirlo.
Por esto, si la dopamina se libera en respuesta a la anticipación del placer, podemos asumir que las personas que “odian” el ejercicio tienen un camino mucho más difícil.
En ese caso, el “truco” está entonces en comenzar a entrenar sabiendo que es lo de debes hacer. El ejercicio en sí aumenta la liberación de dopamina, por lo que deberás comenzar tu hábito de entrenamiento antes de que comience tu motivación.
Las personas que hacen ejercicio con regularidad saben lo bien que se siente después del entrenamiento, por lo que la dopamina ya está disparando sus cerebros Para llegar a ese punto, deberás comenzar y terminar un entrenamiento antes de disfrutar de sus buenos efectos.
Y no es necesario que te inscribas en una clase de CrossFit o que te inscribas para una maratón. Puedes comenzar con ejercicios de menor intensidad hasta que el hábito de entrenamiento se solidifique.
“Si no es lo tuyo ser un atleta ferozmente competitivo, caminar, practicar yoga u otros ejercicios de bajo impacto pueden aumentar los niveles de dopamina asociados con un mejor estado de ánimo y sensación de bienestar”, explica una experta a mensjournal.com.