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En el último tiempo se ha vuelto común ver a atletas profesionales como LeBron James, Dwyane Wade, Anthony Joshua o Arturo Vidal utilizando la máscara de entrenamiento (“training mask”), también conocida como máscara de hipoxia (déficit de oxígeno). Pero, ¿cuál es su propósito? ¿Vale la pena adquirirla?

El objetivo de este dispositivo es replicar algunos de los beneficios del ejercicio en altura, para que el atleta obtenga un mejor rendimiento. La clave del entrenamiento en altura consiste en aumentar la resistencia del cuerpo humano acostumbrándolo a poco oxígeno. El organismo reacciona produciendo más glóbulos rojos, aumentando así la resistencia del deportista cuando éste regresa al nivel del mar.

La premisa es entonces que la utilización de esta máscara mejoraría la resistencia y la potencia física, además de mejorar la forma de respirar durante el ejercicio, entre otros factores.

¿Cómo funciona? La máscara está fabricada de neopreno, que ayuda a que se adapte con facilidad al rostro evitando que ingrese más aire del que se programa mediante las válvulas. Sus tres válvulas son la herramienta principal de la máscara, ya que es lo que permite y regula el ingreso de aire. La máscara viene con 3 tamaños diferentes de válvula que se pueden cambiar para variar la altitud que se quiere simular.

Boxeador Anthony Joshua

Con respecto a si es efectiva o no… la verdad es que no hay estudios concluyentes que indiquen que la máscara ayude a mejorar el rendimiento deportivo. Y si bien hay deportistas que aseguran sentir un cambio, la ciencia dice que ese cambio no es significativo.

Desde la Universidad del Estado de Oklahoma explicaron al sitio web menshealth.com que descubrieron que los cadetes militares que entrenaban con las máscaras durante un período de seis semanas no mostraban mayores mejoras en la fuerza o la resistencia que aquellos que entrenaban sin máscara.

“La máscara simplemente hace que sea más difícil respirar. Eso puede causar patrones de respiración disfuncionales”, explicó un especialista al sitio web.

Otro experto explicó a FoxNews que la máscara no iguala el efecto de entrenar en altura, porque “desafortunadamente, el aire que estás respirando cuando usas una máscara es de la misma densidad, por lo que es poco probable que la máscara cause un cambio de adaptación, como una elevación de la capacidad de carga de hemoglobina o oxígeno en la sangre”, sostuvo.

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